El verdadero costo de rodar con baja presión: lo que las flotas no ven venir

Rodar con llantas desinfladas no solo desgasta más rápido tus neumáticos: aumenta el consumo de combustible, el riesgo de fallas y los costos operativos. Descubre cuánto dinero pierdes sin darte cuenta.

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10/20/20253 min read

La neta: rodar con baja presión te cuesta más de lo que imaginas

Mantener la presión correcta en las llantas parece un detalle menor, pero es uno de los factores más críticos en el rendimiento total de una flota. Una llanta con apenas 10% menos de aire puede consumir 2% más de diésel, y desgastarse 20% más rápido. Multiplica eso por las docenas o cientos de neumáticos que ruedan en una flota, y entenderás por qué este es uno de los gastos silenciosos más grandes del transporte pesado.

El verdadero costo de rodar con baja presión: lo que las flotas no ven venir

Contexto del problema

En México y Latinoamérica, muchas flotas siguen revisando la presión “al tanteo” o solo cuando hay una falla visible. El problema es que las llantas modernas pueden perder presión lentamente sin notarse a simple vista. A 90 psi en lugar de 100 psi, el camión sigue rodando... pero la fricción y el calor interno aumentan. Y ahí empieza el desgaste acelerado, el consumo extra y el riesgo de reventón.

De hecho, la Tire Retread Information Bureau (TRIB) estima que casi el 90% de las fallas prematuras en llantas de camión están relacionadas con una presión incorrecta.

Explicación técnica

Cuando una llanta trabaja con menos presión:

  • La huella de contacto con el suelo se deforma, aumentando la fricción.

  • El calor generado en la carcasa se eleva, degradando los compuestos internos.

  • El consumo de combustible aumenta por la mayor resistencia al rodamiento.

  • La banda se desgasta irregularmente, sobre todo en los hombros.

En contraste, una llanta sobrerre inflada (por arriba del 10%) tiene el efecto contrario:

  • Menor área de contacto.

  • Desgaste central acelerado.

  • Reducción de agarre y confort de manejo.

El equilibrio perfecto depende de la carga, la temperatura ambiente y la posición del neumático (direccional, tracción o remolque).

Impacto operativo y ambiental

  • Ahorro de combustible: un ajuste de presión adecuado puede mejorar la eficiencia energética hasta un 3% por unidad.

  • Menos emisiones de CO₂: mantener la presión óptima reduce las emisiones indirectas del transporte.

  • Mayor seguridad: una llanta bien inflada disipa mejor el calor, evita reventones y mejora la estabilidad en frenado.

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Datos duros

  • Con 5% menos de presión, el camión gasta alrededor de 1% más de diésel y la llanta pierde 10% de su vida útil.

  • Con 10% menos, el consumo aumenta cerca de 2%, y la llanta se desgasta 20% más rápido.

  • Con 20% menos, el gasto de combustible sube hasta 5%, y la vida útil se reduce en 30%.

  • Con 30% menos de presión, el motor trabaja más, el consumo sube hasta 10%, y la llanta puede perder casi la mitad de su duración.

Fuente: Bridgestone Fleet Management / TRIB

En otras palabras, un camión con 18 llantas a 10% de presión baja puede estar gastando el equivalente a un tanque extra de diésel cada 10,000 km.

Soluciones prácticas

  1. Medición diaria o semanal con manómetros calibrados.

  2. Capacitar a los operadores para revisar presiones antes de cada viaje.

  3. Instalar sistemas TPMS (Tire Pressure Monitoring System): estos sensores reportan en tiempo real las variaciones de presión y temperatura, permitiendo acciones correctivas inmediatas.

  4. Definir una tabla de presiones óptimas por tipo de llanta, eje y carga.

  5. Registrar los datos: un registro histórico ayuda a detectar fugas lentas o neumáticos problemáticos.

Conclusión

Rodar con baja presión es como manejar con el freno ligeramente puesto: el camión avanza, pero gasta más, se calienta más y desgasta antes su inversión más valiosa.
Si quieres reducir tus costos por kilómetro y extender la vida útil de tus llantas, el primer paso no cuesta nada: revísales el aire.