El precio engaña. El costo real no.

Muchas flotas compran llantas por precio, no por rendimiento.
El resultado: gastos innecesarios, fallas prematuras y cascos perdidos.

El costo total de propiedad (TCO) es la métrica que revela la verdad:
cuánto te cuesta realmente cada llanta desde que la compras… hasta que la retiras.

El costo total de propiedad de una llanta: más allá del precio de compra

¿Qué incluye el TCO de una llanta?

El TCO no es solo el precio.
Incluye todo lo que afecta su vida útil:

• precio de compra,

• kilometraje real,

• número de renovados,

• consumo de combustible,

• mantenimiento (alineación, balanceo, parches),

• fallas o daños,

• vida del casco,

• tasa de rechazo,

• reventones,

• tipo de ruta y carga.

Cuando sumas todo eso, descubres que lo “barato” muchas veces sale carísimo.

¿Por qué una llanta económica puede ser tu gasto más caro?

Una llanta barata suele fallar en tres puntos:

1. Da poco kilometraje

2. No se puede renovar

3. Se daña más fácilmente

Eso significa:

• compras más llantas al año,

• aumentan tus paros,

• pierdes cascos,

• generas más desperdicio.

Y lo más importante:
tu costo por kilómetro se dispara aunque hayas pagado menos al inicio.

Renovado: el multiplicador de valor

El renovado es lo que realmente reduce el TCO.

• cuesta entre 30% y 50% menos,

• ofrece kilometraje comparable,

• protege el casco,

• extiende la vida útil.

El esquema ganador para casi cualquier flota es:

Llanta nueva premium → Renovado → Renovado

Un casco que vive tres ciclos tiene un TCO extremadamente bajo.

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Las llantas premium tienen un TCO más bajo

Las llantas premium no se compran por el precio:
se compran porque rinden más vidas.

Una premium puede darte:

• más kilometraje en primera vida,

• renovado 1,

• renovado 2,

• casco apto para 3 ciclos de uso.

Así, el precio se divide entre más kilómetros y más tiempo de servicio.

Errores comunes al calcular TCO

• Solo mirar el precio de compra

• No medir kilometraje por llanta

• Ignorar renovabilidad

• Comparar llantas en condiciones diferentes

• No registrar paros ni fallas

• Comprar por “lo más barato” y no por lo más rentable

• No incluir balanceo/alineación en la cuenta

El TCO también incluye el diésel

Una llanta mal elegida aumenta la resistencia al rodaje.
Eso significa:

• más esfuerzo del motor,

• más combustible gastado,

• más costo por kilómetro.

El dibujo, la presión y la calidad del casco influyen directamente en tu consumo.

Lo que debes recordar

El precio no determina el costo real de una llanta.
El TCO sí.

Cuando analizas una llanta por todo su ciclo de vida —y no solo por lo que pagas al inicio— descubres qué opción te ahorra dinero, tiempo y fallas.

El objetivo no es comprar barato.
El objetivo es rodar más kilómetros por menos dinero.